TEMAZCAL, terapia alternativa.
En Mesoamérica, desde tiempos antiguos, el temazcal, “baño de vapor”, ha desempeñado un
papel importante en la vida social y religiosa. El temazcalli (del náhuatl: tema, “vapor”, y calli, “casa”) puede definirse como “casa de baño de vapor”. En la zona maya se
conocía como zumpulcheé, aunque actualmente se conoce como chuj, en mam; chu, en kanhobalán; tuj, en quiché, y pus, en tzeltal. Los tarascos lo llaman
huriguequa; los totonacos, saq, y en Tajín se conoce como xiaca.
La mayoría de los vestigios arqueológicos de temazcales se han localizado dentro de centros ceremoniales, frecuentemente asociados a juegos de pelota. Su construcción era similar a la de los
palacios y templos, y su tamaño, en comparación con los ejemplares modernos, muestra que eran edificaciones de gran importancia.
Se les construía sobre un terreno o eran semisubterraneos, y podían llegar a albergar 30 personas. Los materiales de construcción incluían piedra con barro, adobes, carrizo o piedra tallada. El piso solía ser de tierra apisonada –en algún caso quemada-, estucado o empedrado, con o sin drenaje. La manera de obtener el vapor era variable; por calentamiento de piedras o fragmentos de cerámica, sobre los que se arrojaba el agua que provocaba el vapor. En otros casos el horno ser encontraba junto al baño, para calentar una pared sobre la que se arrojaba el agua. De acuerdo con la cronista del siglo XVII, como Sahagún, Durán y Clavijero, la función del temazcal era variada: HIGIÉNICA, DE TRATAMIENTO POSTPARTO, RELIGIOSA Y TERAPÉUTICA. Esta última servía para curar enfermedades relacionadas con el concepto frío-calor.
El ser
humano aplica a iguales estímulos y necesidades la misma ecuación mental; ello porque los hombres poseen idéntica estructura biológica en el cerebro. De ahí que todas las civilizaciones lleguen a
elaborar abstracciones intelectuales simi-lares, sobre todo en el terreno de la medicina.
Que el baño de vapor sea un recurso tanto terapéutico como ritual en las culturas que lo utilizan prueba, una vez más, que el ser humano es el mismo en todas las latitudes. Primero está la necesidad fisiológica de estimular el cuerpo con el agua caliente, para acelerar la circulación sanguínea, dilatar los vasos e incrementar el metabolismo celular, inducir la secreción de hormonas, neurotrasmisores, prostaglandinas y endorfinas, y después de producida la compleja respuesta biológica viene la elaboración del pensamiento que convierte esta necesidad en una costumbre, engalanándola con el ritual para, finalmente, desencadenar ese comportamiento lúdico, llamado mito, ¡que tanto gusta al Homo sapiens sapiens!.
Imagen: Representación de un temazcal en el Códice Magliabechiano, f. 77r
Entre las culturas mesoamericanas el temazcal tuvo una función ritual y un significado cosmológico. Su ubicación, junto a juegos de pelota indica que sus funciones sagradas estuvieron ligadas con el ritual del juego. El temazcal representaba el interior de la Tierra y era un lugar de tránsito entre el mundo de los vivos y el inframundo. Se le concebía como la entrada al "más allá". La ubicación de algunos ejemplares arqueológicos al poniente del juego de pelota quizá representen el punto en que los cuerpos celestes como Venus, el sol y la Luna descendían hacia la región subterránea, viajando por el inframundo –simbolizado por el juego de pelota-, para aparecer nuevamente por el oriente. Este fenómeno ligado a los ciclos terrestres, estaba íntimamente relacionado con el culto a la fertilidad.
Imagen: Una persona sale del temazcal o baño de vapor (ciudad maya de Piedras Negras, Guatemala).
La cosmovisión española del periodo colonial era otra respecto al lugar que ocupaban el cuerpo, la medicina y el placer en su ideario existencial. De hecho, los españoles no incorporaron culturalmente al temazcal en su vida cotidiana, porque no lo consideraban benéfico ni necesario. Desprovisto de su contenido religioso antiguo y sin un equivalente ritual dentro de la nueva religión implantada, la práctica de tomar baños de vapor se redujo al cuidado del cuerpo, reforzando su utilidad medicinal dentro de una nueva cosmovisión cristiana aderezada con prejuicios de todo lo que tiene que ver con el cuerpo es por principio pecaminoso. Así al paso del tiempo, el temazcal se convirtió en un PROCEDIMIENTO TERAPÉUTICO, al cual se recurre primordialmente cuando se está enfermo o para aliviarse del parto. Es por ello que el análisis de la importancia del TEMAZCAL en las culturas aborígenes de México y su supervivencia en las culturas populares de la actualidad sigue centrando principalmente en su función medicinal, aunque para los antiguos mexicanos el baño de vapor era mucho más que un procedimiento curativo: formaba parte de una tradición más compleja respecto a la costumbre de cuidar, estimular y disfrutar del cuerpo.
Imagen: Temazcal moderno.
Fuente: ARQUEOLOGÍA MEXICANA, Agustín Ortiz Butrón. Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM.
PRINCIPALES BENEFICIOS.
Actualmente se ha identificado que estimula el sistema linfático, ayuda a desechar toxinas, ya que al subir la temperatura arriba de 40 grados centígrados la piel se convierte en un tercer riñón, la alta temperatura a la que nos exponemos dentro de un temazcal propicia que el cuerpo sude, la humedad no permite que el sudor se evapore, por lo que el sistema de autorregulación del cuerpo (sistema simpático y parasimpático) responde, (homeostasis) se acelera la circulación y sudamos aún más eliminando al máximo toxinas, la piel se pone roja indicando que el calor y frío excesivos están siendo expulsados, logrando el balance que se requiere en el cuerpo, de esta forma se suda más que cuando realizamos cualquier tipo de ejercicio ya que, durante y después del temazcal el metabolismo del cuerpo alcanza un ritmo semejante a correr o nadar durante mucho tiempo.
Además tonifica la piel, actúa depurando las vías respiratorias y el aparato digestivo, tonifica el sistema nervioso, ayuda en problemas óseos, musculares y ginecobstétricos, es un vehículo ideal que nos transporta a un estado de paz y tranquilidad interior aquietando la mente al experimentar el calor del baño y de las propiedades curativas que nos regala la naturaleza a través de las distintas plantas medicinales que en él se utilizan.
(CONTRAINDICADO EN PROBLEMAS DE CARDIOPATÍAS GRAVES).
Entre otros beneficios se pueden mencionar:
- Alivia las molestias premenstruales
- Ayuda a bajar de peso
- Ayuda a eliminar toxinas
- Beneficia la circulación sanguínea
- Depura el aparato digestivo
- Disminuye los problemas óseos
- Filtra las vías respiratorias
- Incita a la introspección y reflexión
- Merma trastornos hepáticos
- Relaja el sistema nervioso disminuyendo el estrés y la angustia
- Resuelve problemas de irregularidad menstrual
- Tonifica la piel
Nora: Por lo menos una vez al mes se recomienda el uso de temazcal, incluso para prevenir algún tipo de enfermedad. Hay quienes acostumbran los baños de vapor o saunas, el temazcal se puede intercalar con estos baños para mejorar los ánimos y la salud.
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